martes, 15 de julio de 2008

El fin del Imperio K...

Como laburo desde las 7 de la mañana y acabo de llegar a mi hogar no he podido seguir paso a paso los hechos del día.

En estos momentos veo el palco del oficialismo y un escalofrío me sube por la espalda. Justamente ... de espaldas al Congreso de la Nación Argentina un demente gesticula... ahhh
es El !!! ... a la mierda que está loco de verdad !!! Uhhh ... qué caritas las de atrás.... y esos son
los defensores de nuestras mesas !!!! yo no les dejaría ni que me cuiden la silla !!!
Nadie labura en este país ??? cierto... me olvidaba que sólo trabajamos los gorilas, los que atacamos las instituciones democráticas ( cada vez que dicen eso se miran entre ellos juntando
los dedos y preguntándose .. ¿ cuales son ?? ) los que ( según D' Elía ) los despreciamos porque son negros y feos ... En realidad los odiamos por:

Cagarnos la vida diaria: saturando hospitales, destruyendo trenes, haciendo intransitables las calles, generando mugre, abandonando animales, expulsando chicos, rascándose las bolas esperando la casa o el plan que subvencionamos todos, destruyendo la naturaleza en todas sus
formas, vendiéndose al mamarracho de turno, patoteando a indefensos, insultando a mayores,
cagándose en el respeto y el buen gusto, inundando lugares de esparcimiento, haciendo juícios
habiendose rascado las bolas 1 día ( día suficiente para comprobar que no sirven para nada ), cagándose en la responsabilidad y los compromisos del otro, pariendo in eternum condenando a sus hijos a una vida de mierda..... etc, etc, etc.

Pero también los odiamos por habernos convertido en esto que somos... personas que en algún momento soñamos un mundo mejor y más justo, seres confundidos por amar hoy a quien odiabamos años atrás...

Aplauso peludo para:

Eduardo Aliverti. Por no percatarse de que la clase social a la cual defiende ya no existe.
Por insultar nuestra inteligencia diciendo que los oligarcas nos " hacen
comer galletitas "
Por negar la realidad expresada hoy en el monumento a los españoles e
insistir en una visión anquilosada que niega una triste realidad: ya no
existe el proletariado, hoy sólo existe el lumpen de la mejor cepa ( aquella
a la que el peronismo se ocupó de regar )

( me voy a dormir porque el cansancio me pone cada ves más gorila )

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